En años sucesivos se fue consolidando como un prestigioso intérprete teatral.
Su carrera cinematográfica cuenta con escasos títulos, como Saeta rubia, Cuerda de presos, Todos somos necesarios (1956), Las muchachas de azul (1957) o La venganza del Zorro (1962).
También tuvo un pequeño papel en el clásico Plácido (1961) de Luis García Berlanga.
En los últimos años fue recuperado para el cine por José Luis Garci, con títulos como Tiovivo c. 1950 (2004) y Ninette (2005).
Entre las interpretaciones más memorables en este último programa se incluyen Las brujas de Salem (1973), El perro del hortelano (1966), Doce hombres sin piedad (1973) y El motín del Caine (1974).