Diego de Castilla (1365-1440)

Diego de Castilla nació en Murcia, donde su padre el rey Pedro en febrero de 1365 envió a su amante Isabel de Sandoval y a su hermano mayor, Sancho de Castilla, que tenía en esas fechas unos dos o tres años durante la guerra de los Dos Pedros, cuando su hermanastro Enrique de Trastámara preparaba una incursión en Castilla para usurpar el trono.[1]​ Poco después de su nacimiento, se trasladaron a Sevilla.[2]​ Enrique prometió no ir contra los dos niños pero incumplió su palabra y los hizo presos[2]​ porque ambos representaban una amenaza para la nueva dinastía.[5]​ Gracias a la reina Catalina, que también era muy cercana a Teresa de Ayala, se forjó entre los descendientes de Pedro I «el sentimiento de pertenencia a un mismo linaje».[1]​ Su hija Catalina obtuvo la autorización del rey Juan II para que sus restos fueran trasladados en 1448 al monasterio de Santo Domingo el Real en Toledo, donde ya habían sido llevados los restos de su hermano Sancho en 1409 por intermediación de la priora Teresa de Ayala.
Castillo de Curiel de Duero donde fue encerrado Diego de Castilla
Portada del monasterio de Santo Domingo el Real en Toledo donde se criaron los hijos de Diego de Castilla