En las elecciones europeas de 1979, se presentó por primera vez una lista nacional verde, liderada por la activista Petra Kelly, quien hasta ese momento había pertenecido al Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD), y Herbert Gruhl, exdiputado por la Unión Demócrata Cristiana (CDU).
Su fundamento ideológico, expresado en su manifiesto[12] fue marcado por los lemas "socialismo, ecologismo, democracia de base, no-violencia".
Según Petra Kelly, Los Verdes se entendieron como un "partido anti-partidos", rechazando el sistema político parlamentario existente en la RFA.
Perteneciente a la izquierda radical de la época y con la intención de luchar por la justicia social y la protección del medio ambiente, el joven Partido Verde fue muy mal percibido por los partidos tradicionales.
[14] Al final, se impuso la línea realo defendida por Joschka Fischer y Daniel Cohn-Bendit.
La caída del Muro de Berlín en 1989 y la reunificación alemana en 1990 fueron momentos históricos importantes también para Los Verdes.
Hasta este momento, estos no habían puesto en duda la existencia de dos Estados alemanes y, a diferencia de otros partidos, no daban mucha importancia a la reunificación.
Ese mismo año, se formó la organización juvenil Grüne Jugend (Juventudes Verdes).
Además, durante estos años, Los Verdes lograron formar gobiernos regionales conjuntos con el SPD en varios estados federados, tales como Berlín (1989-90 y 2001-02), Baja Sajonia (1990-94), Hesse (1991-99), Sajonia-Anhalt (1994-98), Renania del Norte-Westfalia (1995-2005), Schleswig-Holstein (1996-2005) y Hamburgo (1997-2001).
Sin embargo, el partido nunca logró asentarse por completo en el este del país, donde apenas consiguió representación en los parlamentos regionales.
Este ligero retroceso, sin embargo, no impidió que el Partido Socialdemócrata (SPD) y Los Verdes pudieran formar, por primera vez a escala federal, un pacto de gobierno rojiverde bajo el canciller Gerhard Schröder (SPD).
Sin embargo, todas estas leyes estuvieron marcadas por la necesidad de encontrar compromisos con el SPD.
En 2002/03, Fischer protagonizó el rechazo alemán a la guerra de Irak, logrando así la reconciliación con el sector pacifista del partido.
[13] En materia económica, el partido apoyó los recortes fiscales concedidos durante los años de Schröder a los hogares más ricos.
Sin embargo, durante la segunda legislatura del gobierno federal rojiverde, Los Verdes apenas consiguieron lanzar nuevos proyectos importantes.
Los portavoces del grupo parlamentario verde eran Katrin Göring-Eckardt y Anton Hofreiter.
Durante los últimos años, Los Verdes mantuvieron sus buenos resultados en las elecciones regionales, sobre todo en el oeste del país.
Este pacto, que pocos años antes todavía había parecido impensable por las diferencias ideológicas, subrayó el acercamiento entre ambos partidos y se considera un modelo para una posible coalición a escala federal.
Otro hecho que favoreció a Los Verdes fue la polémica conocida bajo el nombre de Stuttgart 21.
Incluso se produjo una carga policial excesiva y violenta que fue duramente criticada por la totalidad de la sociedad alemana.