Se dio a conocer primero por su participación en Mayo del 68 y su tendencia anarquista, que luego cambió por la de ecologista reformista.
Vuelve, sin embargo, el 28 de mayo con los cabellos teñidos y gafas oscuras para una reunión en la Sorbona donde es aclamado.
El eslogan «Todos somos judíos alemanes» simboliza el apoyo de los jóvenes a aquel que la prensa denomina «Dany el rojo».
Con el final de los acontecimientos, se instala en Fráncfort del Meno y abandona su actividad pública.
Allí funda el nuevo partido Lucha Revolucionaria y comparte piso con su amigo Joschka Fischer (quien sería ministro de exteriores alemán en 1998).
Su experiencia en ese centro educativo, revelada en el libro, ha cobrado ahora una peligrosa actualidad para el político verde.
[5] «Podía sentir perfectamente cómo las niñas de cinco años habían aprendido a excitarme.» Luego de las publicaciones acusatorias aparecidas en los periódicos británicos The Observer y The Independent, en el italiano La Repubblica y en el alemán Bild en 2001, Daniel Cohn-Bendit expresa su remordimiento por haber escrito el libro Le Grand Bazar sabiendo lo que sabe hoy acerca del abuso sexual infantil.
En 1981, rompe con el anarquismo militando por la elección del cómico Coluche a la presidencia de la República Francesa.