Libertad colectiva

El sujeto político, la nación, demuestra su libertad política colectiva al deshacerse de cualquier ente o régimen que tenga capacidad e intención de dominarla, y esto debe hacerlo demostrando su fuerza, lo cual no necesariamente implica actos violentos sino que, según las circunstancias históricas y sociales, puede conseguirse mediante la desobediencia civil, la abstención electoral, la no violencia, la insumisión fiscal o, por el contrario, efectivamente puede requerir de la lucha armada.

La libertad política colectiva parte del hecho de que no puede existir libertad si un sujeto se la concede a otro, pues de la misma manera en que el primer sujeto tiene la fuerza para concederla, tiene la fuerza para arrebatarla.

Si bien libertad y derecho son conceptos antagónicos, cuando se habla de libertades individuales a lo que realmente se está aludiendo es a los derechos individuales que están reconocidos en las leyes.

La nación debe ser quien se auto-imponga sus propias leyes y se otorgue a sí misma los derechos; y tales leyes, derechos o libertades, estarán fundados en una libertad primigenia, una libertad que conquistó la nación colectivamente en el momento de independizarse de todo régimen político anterior.

El progreso de la redacción del articulado deberá ser expuesto públicamente hasta su terminación.