Dictadura del proletariado

El término fue adoptado por los fundadores del marxismo, Karl Marx y Friedrich Engels, en el siglo XIX, tomando como primer ejemplo a la Comuna de París.[1]​ Para mantener este poder obrero dentro de una sociedad capitalista se requeriría no solo el reemplazo del personal del Estado burgués, sino también un cambio estructural hacia una nueva forma obrera de Estado, que posteriormente se organizaría en formas como las comunas, hasta ser abolido.Asimismo establece que la dictadura del proletariado funcionaría a la inversa del estado burgués, reprimiendo a las clases económicamente dominantes o explotadoras, y evitando una restauración capitalista por parte de estas.[10]​[11]​ La teoría la concibe como un Estado democrático, porque la totalidad de la autoridad pública sería elegible y revocable bajo el sufragio universal.[12]​ Sin embargo, los críticos afirman que el sufragio universal y la democracia directa son incompatibles con un partido totalitario que dirige ideológicamente a la sociedad política y a la sociedad civil, citando como primer ejemplo el Comité de Salvación Pública reeditado durante la Comuna de París.Mientras que Marx consideraba a la pequeña burguesía y al campesinado trabajador propietario como clases reaccionarias frente las burguesías urbanas y agrarias, Vladimir Lenin en cambio redefinía tácticamente la dictadura del proletariado como una vanguardia política sostenida sobre una alianza provisoria entre el proletariado como clase obrera industrial asalariada, y las clases sociales involucradas en el trabajo pero no asalariadas que luego serían históricamente "superadas": Lenin defendería así la tesis de la dictadura del proletariado: «Marx puso de relieve [...] que a los oprimidos se les autoriza para decidir una vez cada varios años qué miembros de la clase opresora han de representarlos y aplastarlos en el parlamento.Engels expresaba magníficamente esto en la carta a Bebel, al decir, como recordará el lector, que "mientras el proletariado necesite todavía del Estado, no lo necesitará en interés de la libertad, sino para someter a sus adversarios, y tan pronto como pueda hablarse de libertad, el Estado como tal dejará de existir."En segundo lugar, en que, "durante mucho tiempo después de la revolución, los explotadores siguen conservando, inevitablemente, muchas y enormes ventajas efectivas: les quedan el dinero (no es posible suprimir el dinero de golpe) y algunos que otros bienes muebles, con frecuencia valiosos; les quedan las relaciones, los hábitos de organización y administración, el conocimiento de todos los "secretos" (costumbres, procedimientos, medios, posibilidades) de la administración; les quedan una instrucción más elevada y su intimidad con el alto personal técnico (que vive y piensa en burgués); les queda (y esto es muy importante) una experiencia infinitamente superior en lo que respecta al arte militar, etc., etc." Estos procedimientos autoritarios no debían limitarse a las clases enemigas sino extenderse al campesinado, e incluso y especialmente al mismo proletariado aun siendo el supuesto sujeto político de su dictadura y no su objeto: Stalin aprovecharía estas admisiones que preludiarían no solo su propio régimen sino también el maoísta, aclarando, sin embargo, que la "dictadura del partido" era un término que no debía usarse ya que prestaba a confusión puesto que esta no se ejerce contra la clase proletaria sino solo contra aquellos miembros individuales del proletariado que no se adhirieren a la lucha revolucionaria.Esta situación pone en duda, sin embargo, la voluntariedad del proceso de reeducación.Solo se requiere organizar el apoyo de una fracción del proletariado, con lo cual los comunistas pueden ejercer su poder sin el consentimiento de las mayorías en dicha clase, e incluso ejercer una dictadura en su nombre en el sentido usual del término, como violencia política: Posteriormente Stalin comentaría esta cita aclarando que la dictadura del proletariado es la voluntad directiva del partido más la voluntad del proletariado de aceptar dicha dirección y ejecutarla, por lo cual no podría ser obedecida sin su apoyo: El comentario, para los críticos, no aclara cómo sería representado colectivamente el nivel de consenso del proletariado por fuera del partido, ya que no hay otra instancia de representación y solo queda la voluntad de obediencia a nivel individual que no puede ser aceptada sin romper la cadena de mando y que, además, se encuentra sometida a su vez a una dictadura, con lo cual no puede ser expresada.
Póster de propaganda soviética de 1920 titulado "Logros de Rusia bajo el comunismo: ¿qué dio la dictadura del proletariado al campesinado?"
Barricada durante la Comuna de París .
Generales Lecomte y Thomas siendo fusilados en Montmartre por desertores unidos a las filas de los comuneros (reconstrucción fotográfica).
Funeral de Moiséi Uritski en Petrogrado. Traducción del estandarte: "Muerte a los burgueses y sus acólitos. Larga vida al terror rojo ."
Requisas a kuláks
Constitución de la Unión Soviética