La Iglesia católica apareció en Shanghái en 1608 cuando Paolo Xu Guangqi, el primer católico de Shanghái, invitó al jesuita italiano Lazzaro Cattaneo (nacido en la ciudad ligur de Sarzana en 1560) a predicar en la ciudad.
Unas 200 personas fueron bautizadas durante los dos años de estancia del misionero.
[6] En el período de 1966 a 1976 la Revolución Cultural se ensañó especialmente contra la religión, destruyéndose numerosas iglesias y cesaron todas las actividades religiosas en la diócesis.
[17] Debido a la situación particular de la Iglesia católica en China, la Santa Sede no nombra obispos para las diócesis chinas, que son sedes oficialmente vacantes incluso en presencia de obispos reconocidos por Roma.
La situación se complicó aún más en 2023, cuando la Asociación Patriótica señaló a Joseph Shen Bin (desde 2010 obispo, con aprobación papal, de Haimen) como nuevo obispo de Shanghái.
Según los datos estadísticos reportados por la agencia Mep Asie, la diócesis de Shanghái en 2010 contaba circa 150 000 fieles, con 91 sacerdotes oficiales y 50 clandestinos.