Deriva del nombre griego Δάφνη (Daphne), que quiere decir «Laurel».[6] Dafne fue perseguida por Apolo, a quien Eros había disparado una flecha dorada para que se enamorase de ella, pues estaba celoso porque Apolo había bromeado sobre sus habilidades como arquero, y también afirmaba que el canto de este le molestaba.Durante la persecución, Dafne imploró ayuda a su padre, el dios Ladón, quien la transformó en laurel, árbol que desde ese momento se convirtió en sagrado para Apolo.[3] Diodoro nos dice que luego los Epígonos tomaron la ciudad y la saquearon y, al apresar a Dafne, la hija de Tiresias, la dedicaron a Delfos, en cumplimiento de un voto, como primicia ofrecida al dios.Ésta conocía el arte adivinatoria no menos que su padre y, al permanecer en Delfos, acrecentó todavía más su don de profecía.