Década moderada

La década moderada es el nombre con el que se conoce al período del reinado de Isabel II transcurrido entre mayo de 1844 y julio de 1854, así llamado porque durante esos diez años los liberales conservadores del Partido Moderado detentaron en exclusiva el poder gracias al apoyo de la Corona, sin que los liberales progresistas tuvieran la más mínima oportunidad para acceder al gobierno.Cuando se presentó la segunda dificultad, sacar adelante la Ley de Ayuntamientos, Olózaga recurrió a la reina para que disolviera las Cortes y convocara nuevas elecciones que le proporcionaran una Cámara adicta, en vez de presentar la dimisión al haber perdido la confianza de las Cortes.Así, los líderes progresistas Cortina, Madoz y Caballero fueron encarcelados durante seis meses -Olózaga no fue detenido porque se encontraba en Lisboa y Joaquín María López permaneció escondido hasta que sus compañeros salieron de prisión-.En mayo el general Narváez asumió la presidencia del gobierno, inaugurando la llamada Década moderada (1844-1854), diez años en los que el Partido Moderado detentó en exclusiva el poder gracias al apoyo de la Corona, sin que los progresistas tuvieran la más mínima oportunidad para acceder al gobierno.Narváez se inclinó finalmente por la opción de la reforma defendida por el grupo liderado por Alejandro Mon y Pedro José Pidal frente al grupo de moderados "puritanos" que defendían su mantenimiento porque su aprobación había sido fruto del consenso entre los dos grandes partidos liberales, moderados y progresistas, lo que les permitiría alternarse en el gobierno sin tener que cambiar la Constitución cada vez que se cambiaba el gobierno.[5]​ En la nueva Constitución la soberanía era "compartida" entre las Cortes y la Reina, a la cual se le dejaban bastantes poderes, ya que se la suponía controlada por el partido moderado.[6]​ Como consecuencia de este principio el poder legislativo era compartido entre las Cortes y la Reina.El Congreso estaría integrado por representantes elegidos por sufragio censitario por los electores de mayores rentas del país, aunque estos no llegaban a representar el 1% de la población.Mientras que el Senado estaría formado por senadores elegidos por la Reina en un número ilimitado.De enero a octubre de ese año se sucedieron tres gobiernos sin rumbo mientras los carlistas seguían creando problemas, al tiempo que algunos emigrados liberales volvían del exilio.La propuesta progresista no fue aceptada, entre otras cosas porque ni la reina madre María Cristina ni Isabel II guardaban un buen recuerdo de la actuación del general Espartero cuando solo ocho años antes había obligado a la regente a marchar al exilio.Los cargos de poder provincial serían los Gobernadores civiles, nombrados por el Gobierno, y estos nombrarían a su vez a los cargos municipales de los ayuntamientos, con lo cual se estableció un monopolio del poder por los moderados en todas las escalas, y se garantizó el control de todas las instituciones.En cuanto a los territorios forales, el deseo de orden de los moderados les obligó a respetar las instituciones forales con las que esas provincias funcionaban sin problemas, por lo que el Régimen Foral sobrevivió durante el gobierno de los moderados.En un principio se apostó por una enseñanza laica, pero esta disposición quedó anulada por la firma del Concordato de 1851.En cuanto a la Hacienda, existía un descontrol enorme en los impuestos, por lo que los moderados buscaron establecer una nueva fiscalidad equitativa y ordenada.La violación de los usos parlamentarios por parte de la Corona provocó el acercamiento entre los moderados de Narváez y los moderados "puritanos" con los progresistas que llegaron a formar un comité electoral para presentar candidaturas conjuntas en las elecciones cuyo objetivo era la conservación del régimen representativo que consideraban en peligro.Asimismo los "puritanos" Ríos Rosas y Joaquín Francisco Pacheco entraron en contacto con varios militares adictos, como el general O'Donnell, y progresistas, como los generales Dulce y Ros de Olano, para organizar un pronunciamiento cuyo objetivo era obligar a la reina Isabel II a sustituir el gobierno del Conde de San Luis por otro de "unión liberal".La reina destituyó ese mismo día 17 de julio al conde de San Luis sustituyéndolo por el general Fernando Fernández de Córdova que formó un gobierno en el que había moderados "puritanos" y progresistas pero este solo duró dos días siendo sustituido por el duque de Rivas, cuyo gobierno tuvo la misma duración, hasta que la Corona se decidió a llamar al general Baldomero Espartero para que formara gobierno.
Isabel II.
Isabel II a la edad de 15 años
Ramón María Narváez
Grabado del Palacio de las Cortes en 1843
Juan Bravo Murillo , presidente del gobierno cuando se firmó el Concordato de 1851
Papa Pío IX .