Por esa razón, el estudio de los primeros estadios prehistóricos del hombre deben buscarse en África.
Actualmente África es un continente mucho más diverso que Europa o América, en gran parte debido a factores históricos.
El primer gran estado centralizado conocido de África es Imperio Antiguo de Egipto, que surgió en parte por las condiciones excepcionalmente favorables del Valle del Nilo, que incluye tierras muy fértiles y condiciones ecológicas excepcionalmente estables.
Además la situación geográfica facilitó la estabilidad política al no existir durante mucho tiempo potencias regionales que amenazaran a la población.
Egipto siguió siendo una región muy próspera en términos agrícolas, razón por la que fue objeto de internvenciones militares persas, greco-macedonias, romanas y musulmanas.
A partir del período medieval los testimonios históricos sobre África son mucho más abundante y permiten reconstruir de manera más o menos detalladas lo que sucedería en la mayor parte del continente.
La influencia árabe y la religión islámica se adhirieron indeleblemente al norte de África.
También se establecieron firmemente a lo largo de la costa oriental, donde los árabes, los persas y los indios establecieron florecientes colonias, tales como Mombasa, Malindi y Sofala, ejerciendo una influencia análoga a aquella desempeñado en siglos previos por los cartagineses en la costa norte.
La formación del Antiguo Reino de Egipto en el tercer milenio A.C., marcó el primer sistema religioso complejo conocido sobre el continente.
La fe cristiana ha existido desde entonces en Egipto, Eritrea, y Etiopía, cuyas iglesias forman parte de la Ortodoxia Oriental.
Sin embargo, después de la extensión del Islam, el crecimiento se volvió lento y restringió a las tierras altas.
En las décadas pasadas del siglo XX, varias sectas de cristianismo protestante rápidamente crecieron.
Un número de obispos católicos, pero africanos por nacionalidad, fueron mencionados como posibles candidatos papales en 2005.
Los cristianos africanos parecen ser más socialmente conservadores que sus correligionarios en la mayor parte del mundo industrializado.
Las primeras Iglesias africanas han experimentado el crecimiento significativo en los siglos XX y XXI.
Los musulmanes estaban también entre los pueblos asiáticos que más tarde se instalaron en las colonias británicas de África.
Los africanos profesan una amplia variedad de creencia religiosas, con el cristianismo y el islam a la cabeza.
Sin embargo tanto islam como el cristianismo se encuentran en África con sincretismos más o menos sectarizados como el kimbanguismo o la Iglesia "Cita con la Vida", que persisten y se reproducen gracias a la fortaleza implícita de los conceptos de las religiones tradicionales.
La élite educada, frecuentemente aliada, a los antiguos colonizadores sería la que lideraría en gran medida los países surgidos con los movimientos de Independencia.
Eso unido a factores internos hizo que durante el siglo XX fueran frecuentes los golpes de estado y las dictaduras militares en muchos países del continente africano.