En su mayoría los purépechas viven en los 22 municipios de Michoacán que forman la “región purépecha”: Coeneo, Charapan, Cherán, Chilchota, Erongarícuaro, Los Reyes, Nahuatzen, Nuevo Parangaricutiro, Paracho, Pátzcuaro, Peribán, Quiroga, Tancítaro, Tangamandapio, Tangancícuaro, Tingambato, Tingüindín, Tocumbo, Tzintzuntzan, Uruapan, Zacapu y Ziracuarétiro.
[cita requerida] Entre los siglos XV y XVI, el imperio purépecha, con capital en Ts'intsuntsani, Zincucani o Tzintzuntzan, fue una potencia de la Edad del Cobre mesoamericana de primera magnitud que resistió el empuje del Imperio mexica.
Muchos indígenas huyeron a los cerros y ocurrieron diversos episodios de violencia.
Durante la época virreinal el territorio p'urhépecha fue dividido en varias jurisdicciones gobernadas por alcaldes mayores, dependientes del virreinato de la Nueva España.
La población p'urhépecha fue duramente afectada por las epidemias en el siglo XVI, particularmente por el cocoliztli o teretsekua de 1576.
Algunos autores estiman que el origen de los purhépecha estaría en el continente sudamericano, basándose en diferentes tipos de evidencias:[cita requerida] Sin embargo, estos factores no constituyen una evidencia suficientemente sólida para dar por garantizado dicho origen.
Aunque José Corona Núñez sugiere que creían en un principio creador conformado por una parte masculina Curicaveri o Curicaheri y otra femenina Cuerahuáperi.
También esta tríada se puede ver como la madre, el padre y la creación del nuevo ser; mientras que el principio creador masculino se representaba por medio del Sol, el principio creador femenino por la Luna y el producto o mensajero era Venus.
Mientras que el cosmos se dividía en cinco diferentes direcciones, cada una custodiada por deidades llamadas Tirépemes: Cada Tirépeme era una manifestación (hermano) de Curicaveri, y cada dirección representaba una estadía (casa) del dios sol-fuego.
A cada dirección estaban adjudicadas distintas propiedades, haciendo parecer que cada Tirépeme era una deidad diferente.
Algo similar ocurría con Cuerahuáperi ('desatar en el vientre') que es la gran creadora, dadora de vida y de muerte, ella también tenía cuatro manifestaciones (hijas) que eran las nubes de las cuatro diferentes direcciones (simbolizadas por diferentes colores); las cuales podía hacer germinar la vida con lluvias adecuadas, ahogarla con torrenciales aguaceros o destruirla con granizadas y heladas.
Sugiriendo una religión politeísta conformada de un amplio panteón, visión que no es adecuada.
La bandera p'urhépecha o anaakukua surge como un símbolo de unión e identidad con todos los p'urhépecha, buscando al mismo tiempo la organización y lucha de los pueblos p'urhépecha contra las nuevas formas de dominio y explotación que agreden constantemente a las comunidades indígenas y en general a toda la cultura.