El término se define en gran medida en el Derecho internacional, incluyendo la convención de Ginebra.
[6][7] Amnistía y Human Rights Watch dijeron que las fuerzas rusas habían llevado a cabo ataques indiscriminados en áreas civiles y ataques a hospitales, incluido el lanzamiento de un misil balístico 9M79 Tochka con una ojiva de bombas de racimo hacia un hospital en Vuhledar, que mató a cuatro civiles e hirió a otros diez, incluidos seis miembros del personal sanitario.
Durante la invasión rusa de Ucrania, Rusia transfirió por la fuerza a miles de niños ucranianos a áreas bajo su control, les asignó la ciudadanía rusa, los adoptó por la fuerza en familias rusas y creó obstáculos para su reunificación con sus padres y su patria.
[13] Se han recopilado pruebas de ello durante investigaciones realizadas por varias organizaciones y grupos internacionales, incluida la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, la Corte Penal Internacional, Amnistía Internacional y Missing Children Europe, y por periodistas de medios de comunicación como The Observer y Al Jazeera.
[14][15] Naciones Unidas ha declarado que estas deportaciones constituyen crímenes de guerra.
[18] Según el derecho internacional, incluida la Convención sobre el Genocidio de 1948, tales actos constituyen genocidio si se realizan con la intención de destruir, total o parcialmente, una nación o un grupo étnico.
[25][26] Un mes luego del inicio del conflicto la vice primera ministra ucraniana Iryna Vereshchuk dijo que &&&&&&&&&&040000.&&&&&040 000 personas habían sido trasladadas de Ucrania a territorios controlados por Rusia sin coordinación con Kiev.
[27] Otros funcionarios ucranianos compararon las acciones con los campos de filtración en el conflicto checheno.
[26] También dijeron que el FSB "trabaja" con ucranianos en campos de filtración en Krasnodar y Taganrog a quienes se les ofrecen trabajos en Sajalín, al extremo este de Rusia.
[32] Durante la invasión rusa de Ucrania, las autoridades y fuerzas armadas rusas han cometido crímenes de guerra al llevar a cabo ataques deliberados contra objetivos civiles[34][35][36] y ataques indiscriminados en áreas densamente pobladas.
[64] Dichas declaraciones de las autoridades rusas fueron caracterizadas como falsas por múltiples organizaciones y medios de comunicación occidentales como Bellingcat,[65] Deutsche Welle,[66] la BBC,[67] Associated Press,[68] Agence France-Presse,[69] y The New York Times.
El ataque mato a 26 personas y se desarrolló durante la contraofensiva ucraniana de Járkov.
Estos ataques tuvieron como objetivos las áreas civiles más allá del campo de batalla, concentrándose particularmente en las infraestructuras críticas, lo que se considera un crimen de guerra.
[83] Los objetivos eran en su mayoría áreas civiles e infraestructura energética crítica,[84][85] con explosiones reportadas en docenas de ciudades, incluida Kiev,[86][87][88][89][90][91] donde no se había producido ningún ataque ocurrido desde junio de 2022.
[102][103] Según un informe del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), «La situación en Ucrania no tiene precedentes.
[112] Tanto el ejército ruso como el ucraniano han sido acusados de violar el derecho internacional humanitario al ubicar objetivos militares dentro de áreas densamente pobladas sin trasladar a los civiles a áreas más seguras.
[127] El informe de Amnistía fue criticado por expertos militares y legales como John Spencer, especialista en estudios de guerra urbana, quien afirmó que no tenía sentido aconsejar a las fuerzas ucranianas que no estuvieran en áreas urbanas, ya que las circunstancias de la guerra lo requerían.
[137] Durante la invasión rusa de Ucrania se han difundido diversos videos en canales de Telegram donde se ven a diversos soldados rusos mutilando y castrando soldados ucranianos.
[145] Tanto las autoridades ucranianas como las rusas se acusaron mutuamente del ataque a la prisión.
[151] En la Corte Internacional de Justicia (CIJ), Ucrania presentó una demanda contra Rusia por tales acusaciones, sobre las que los tribunales no hallaron evidencias que sustenten las acusaciones rusas.
Acto seguido, instaron al Gobierno del Kremlin a «suspender de inmediato las acciones militares» contra el país vecino.
Ucrania presentó una solicitud ante la Corte Internacional de Justicia buscando que esta determinara que Rusia no tiene base legal para «tomar medidas en y contra Ucrania con el fin de prevenir y castigar cualquier supuesto genocidio».
[163] El New York Times desestimó estas declaraciones como una teoría de la conspiración.
[166] Los representantes de Estados Unidos y aliados respondieron que el embajador ruso estaba difundiendo "propaganda, desinformación" y acusaciones sin sentido en el órgano de la ONU.