[1] Esta ermita se encontraba a la orilla del Guadalquivir, cerca de Triana.
[2] Según Alonso Morgado fue fundada hacia 1540 por un religioso llamado fray Pedro que se instaló como ermitaño con una Virgen de los Remedios.
[5] Al cabo de un año tuvieron que trasladarse a Mancera.
Se hospedaron en la Casa Grande del Carmen durante dos meses y medio.
[7] Jerónimo solicitó al arzobispo, Cristóbal Rojas Sandoval, autorización para fundar un convento carmelita descalzo en la ciudad.
[4] En 1567 el mercader genovés Nicolás Doria, afincado en Sevilla, pasó a tener un gran interés por la religión.
Regresó a Sevilla, donde fue confesor de los frailes y las monjas del carmen descalzo.
Al año siguiente fue designado prior del convento de Pastrana.
En 1593 Clemente VIII le escogió como primer prepósito general de la orden.
Un fraile fue a tañir la campana en señal de auxilio pero murió por su derribo mientras la hacía sonar.
El asistente de la ciudad, Bernardino de Avellaneda, fletó un barco con veinticuatro remeros que rescató a los frailes, que fueron al Convento del Santo Ángel.
[11] Por todo ello, en 1649 se comenzó al construcción de un nuevo convento en lugar cercano más elevado.
El templo del convento permaneció abierto, gestionado por la parroquia de Santa Ana.
[1] A mediados del siglo XVII se fundó en el Convento de la Victoria la Hermandad de la Entrada Triunfante en Jerusalén y Nuestra Señora del Desamparo.
Permaneció en este lugar hasta que fue cerrado por el régimen surgido tras la Revolución de 1868.