Las colmenas de abejas pueden llegar a contener hasta ochenta mil individuos, y están constituidas por tres castas: las obreras, los zánganos y la abeja reina.
Las abejas forman sus colonias de modo muy diferente a como hacen otros insectos sociales, como los abejorros, las hormigas o las termitas.
Las obreras segregan la cera por las glándulas del abdomen, con la que construyen las celdillas de los panales y las cierran con una finísima capa.
El tercer tipo de abeja lo conforman los zánganos, machos, que mueren después de haber fecundado a las reinas vírgenes, ya que su aparato genital se desprende del cuerpo y queda adherido al cuerpo de ella para permitir que los espermatozoides pasen a la espermateca.
Las abejas tienen picada dolorosa; por lo tanto, los apicultores deben proteger su rostro y cuerpo con trajes especiales y guantes además es necesario cuando se manipula la colmena calmar a las abejas por medio de humo.