El pan de abeja no es el polen que se comercializa como suplemento dietético, ni tiene el mismo gusto, ya que lo que se llama simplemente polen (sin ser procesado por las abejas) es recogido en la entrada de la colmena gracias a trampas especiales.
Una vez cubierta toda la celda de miel y polen se dará lugar a una fermentación láctica de la mezcla, este proceso químico conlleva una serie de cambios en la composición bioquímica del polen, las características generales son: Todas estas características también hacen que la miel sea más digerible para las abejas así como eleva su aporte energético.
Este pan de abeja tiene distintas funciones: como alimento a las abejas jóvenes, como alimento a las crías y como ingrediente de la jalea real.
Es rico en vitaminas del complejo B, aminoácidos esenciales y ácidos grasos.
Por eso, se puede afirmar que conjuntamente con la hidrólisis fermentativa de polisacáridos tiene lugar la ácida.
El pan de abejas es un producto natural con propiedades más integrales que el polen.
Además es aconsejado para personas sujetas a exigencias puntuales de todo tipo: intelectuales, chóferes, trabajadores nocturnos, etc. Del mismo modo, los individuos asténicos y de tercera edad obtienen gran beneficio de este preparado, recuperando rápidamente energías físicas, mentales y sexuales, incrementando el vigor, la resistencia al esfuerzo y el bienestar general.
Todo ello sin los efectos colaterales de los productos químicos a los cuales reemplaza.