Fue el centro más importante de las ciencias y las artes durante la primera mitad del siglo XVI en la Nueva España.Asimismo, en el capítulo realizado en la Nueva España, los vocales designaron primer ministro provincial, por unanimidad, a fray García de Cisneros.Siguiendo la explicación del historiador erudito Joaquín García Icazbalceta, en esa fecha se celebraba la llegada de los magos del oriente a Belén para entregarle tres ofrendas al recién nacido Jesús (Mateo 2:1-12).Durante los primeros cuatro años de su funcionamiento, la escuela no aceptó a más estudiantes.A éstas seguían estudios en privado, preces comunes y, finalmente, un tiempo de distracción.Así, este mayordomo fue el encargado, como representante del virrey, de todos los asuntos económicos.Los franciscanos no quisieron encargarse de los problemas económicos que les hubiera traído entremeterse con la administración del Colegio.En el colegio de Tlatelolco se enseñaron las siete artes liberales, disciplinas que eran parte del currículo de las universidades medievales y que se remontan a la Antigüedad (la Academia y el Liceo, por ejemplo).Al trivio fueron agregados cursos de teología y religión pues, en un comienzo, se quería formar sacerdotes.Al cuadrivio, por su parte, le fueron adicionadas clases de medicina cuando surgían epidemias entre la población.Tomó varios años el surgimiento de copistas, escritores, traductores e investigadores.Ahora sólo se enfocarían en prepararlos para ocupar puestos laicos significativos en la política, en ilustrarlos.Desde el establecimiento del colegio se discutieron en la Nueva España y en España dos asuntos con respecto a los indígenas: «la conveniencia de admitir al indio al estado sacerdotal, y si debía o no dársele la oportunidad de cursar las Humanidades.Las opiniones se hallaban divididas […] Una minoría insignificante juzgaba al indio esencialmente incapacitado para cursar Humanidades y hacer la carrera sacerdotal.Dentro de este partido negativo era más respetable el número de los que, admitiendo la habilidad del indio, temían que su ingreso al sacerdocio y su dedicación a los estudios superiores fueran perjudiciales para el indio mismo y comprometieran gravemente el dominio que España había establecido en México y que se proponía conservar.»[8] El conocimiento del latín por parte de los indígenas podía ser perjudicial porque podrían caer en herejías y errores, los cuales podrían ser los suficientes como para perturbar a los pueblos.Llamar «malas voluntades» a las críticas hechas hacia Santa Cruz es un anacronismo porque, generalmente, se dieron con buenas intenciones para con los indígenas y la sociedad novohispana.Many of the symptoms described by Dr. Hernández occur to a degree in infections by rodent-borne South American arenaviruses, but no arenavirus has been positively identified in Mexico.The hypothesized viral agent responsible for cocoloztli remains to be identified, but several new arenaviruses and hantaviruses have recently been isolated from the Americas and perhaps more remain to be discovered.Estos llegaron a ser celadores, profesores, miembros del Consejo e, inclusive, rectores.Es cierto que la Corona Española dejó de ayudar por ciertos periodos, pero nunca se olvidó por completo.El virrey Luis de Velasco permaneció beneficiando al colegio, como su antecesor, con 800 pesos anuales.Además pidió que se siguiesen dando abonos por cuatro años más, de 1554 a 1558.En 1558 se trasladó a Tepepulco junto con varios alumnos indígenas para trabajar en una investigación sobre las cosas naturales, humanas y divinas de los antiguos mexicas.Volvió a Tlatelolco en 1561 y permaneció allí hasta 1565, año en que se transporta al convento de San Francisco.Sahagún se ocupó lo más que le fue posible, incluso el mantenimiento del edificio.En 1572 se vieron obligados a solicitar 100 pesos y 2,7 metros cúbicos de maíz.[13] Los indígenas que apoyaron a Bernardino de Sahagún en sus tareas literarias en 1572 fueron, pues, exalumnos graduados.En 1576 surgió un nuevo brote de huey cocoliztli, que fue el acabose del colegio aunque, en realidad, no fue oficialmente clausurado.El Colegio de Santa Cruz, si aún puede seguírsele llamando así, se encontró, ya, sumido en un profundo estado de decadencia económica, académica y demográfica del que no se recuperó.Luego, los errores administrativos internos y los gubernamentales externos acabarían también, junto con las contingencias, con otros organismos.