Cleruquía

Se fundaron también en Naxos, Andros, Histiea, Calcis, Mitilene, en Tracia en Eyón, en Potidea, Sinope, Amisos, Milo, Brea.

Tras la derrota final de Atenas en la guerra del Peloponeso, los clerucos vuelven al Ática y las cleruquías son lógicamente desmanteladas, salvo Imbros, Esciro y Lemnos, que pierden momentáneamente todo vínculo con Atenas.

Podían estar en cualquier punto del valle del Nilo, con una concentración máxima en el Egipto Medio y en torno al lago Moeris en la punta del Delta, en los nomos oxirrinquita, patirita, heracleopolita, hermopolita y arsinoita, en donde se había comenzado la mejora de las tierras desérticas o pantanosas.

Campesino-soldado, el cleruco, lágida tenía como obligaciones esenciales cultivar su tierra y estar listo para responder a las órdenes de movilización del soberano.

Como compensación durante las operaciones militares recibía del Estado soldada, recompensas y botín.

Esta situación no duró mucho, pues una evolución natural, muy evidente a finales del siglo III a. C., transformó esas posesiones precarias, individuales y revocables, en propiedades hereditarias y después transmisibles fuera del marco familiar, siempre que el nuevo dueño asumiera las obligaciones militares y fiscales de su predecesor.

Del mimo modo, el alojamiento (stahmos) concedido al colono en el poblado indígena cercano a su terreno, mediante una evolución aún más rápida, se transformó también en una propiedad privada.

Las cleruquías del imperio ateniense vísperas de la guerra del Peloponeso .
Decreto que reglamentaba a los clerucos de Salamina, 510-500 a. C., ( Inscriptiones Graecae I³ 1) Museo Epigráfico de Atenas .