Durante su aislamiento, los macedonios recibieron inevitablemente influencias traco-ilirias y, como en el caso de los etolios, fueron por muchos griegos como "extranjeros" o incluso "bárbaros".
Es también posible que los antiguos macedonios experimentaran la etnogénesis griega además de los elementos ilirios, y tracios (cf.
Es indiscutible que el macedonio fue muy influido por la lengua ática desde la época de Alejandro Magno (véase periodo helenístico).
El rey Arquelao estableció la nueva capital en Pela, un festival en honor de Zeus en Díon (una ciudad bien cerca del monte Olimpo), y acogió a los intelectuales griegos en su reino.
El dialecto koiné fue normalizado como la lengua del discurso formal y la comunicación oficial en el siglo IV a. C..
Si estas palabras son representativas de la lengua macedonia, entonces no había participado en al menos un cambio de sonido que era común a los otros dialectos griegos conocidos y es a menudo considerado por los lingüistas como un criterio constitutivo que define el discurso griego.
Sin embargo, estas inscripciones no muestran los mismos rasgos fonológicos que se ha pensados son típicos del «macedonio» como reconstruyen las evidencias léxicas.
[5] Desde el siglo V a. C., Macedonia estuvo más y más estrechamente relacionada con el desarrollo cultural y político griego del sur, que resultó en la adopción del dialecto dialecto (véase Koiné).
En 480 a. C., el rey macedonio Alejandro intentó participar en los Juegos Olímpicos, y encontró la resistencia de los competidores, que lo consideraban un no griego.
Según Heródoto, Alejandro argumentó que su familia era, en última instancia, de ascendencia griega (‘argiva’), y por dicho motivo fue finalmente admitido.