[8] A partir de esos registros, el lingüista Rodolfo Cerrón-Palomino reconstruye la forma en quechua del inga como /tʃaʎqu tʃima/ (i.e.
[10] Posteriormente, aparecieron variantes del nombre con una letra
Contemporáneamente, en los trabajos académicos, la versión escrita más usada en castellano y preferida por los historiadores modernos es Chalcuchima.
Sin embargo, la captura de Atahualpa en Cajamarca por los conquistadores españoles interrumpió cualquier acción para consolidar el poder y requirió una intervención directa en apoyo del Inca encarcelado.
El anciano general entró en el cuarto donde estaba preso el Inca, descalzo, con los ojos bajos y una carga sobre los hombros en señal de humildad.
[15] Tras la ejecución de Atahualpa por sus captores, Chalcuchímac y los demás presos acompañaron a los españoles en su marcha hacia el Cuzco.
Estos le prometieron salvación frente a los terribles abusos que cometieron los partidarios de Atahualpa en la ciudad del Cuzco.
Al negarse a ser bautizado, Chalcuchímac fue quemado vivo en la hoguera en Jaquijahuana, cerca del Cuzco.