[2][3][4] Entre 1980 a 1992, El Salvador sufrió una guerra civil, la cual provocó una emigración masiva de salvadoreños.
Ambas pandillas crecieron pero durante ese fenómeno algunos miembros en situación migratoria irregular fueron deportados por el entonces gobierno del Presidente Bill Clinton.
Lo que inicialmente empezó como un pequeño grupo criminal en El Salvador, de forma circunstancial se convirtió en un severo problema.
El gobierno no puso mucha atención a estos grupos, sino hasta la década de los años 2000.
En el 2012 el presidente Mauricio Funes pactó una tregua secreta con las pandillas, lo cual redujo temporalmente la criminalidad, pero en 2013 esta empezaría a subir de nuevo, elevándose a tal punto que en 2015 El Salvador fue el país no en guerra más peligroso del mundo, con una tasa de 103 homicidios por cada 100 000 habitantes.
[8] La construcción fue impulsada por el presidente Nayib Bukele y su presupuesto fue aprobado por la Asamblea Legislativa en 2022.