Funcionaba como un centro social para la clase pudiente del país, por lo que era utilizado para fiestas y recepciones, así como banquetes oficiales.
[1][2] En los primeros años de la República los mandatarios salvadoreños no tenían una residencia o despacho fijo, por lo que sus propias casas funcionaban como sedes del órgano Ejecutivo.
Para la construcción del primer Palacio Nacional en 1870, el presidente tuvo su propio despacho, pero el inmueble fue destruido por un incendio en 1889.
[3] El año 1877, el presidente Rafael Zaldívar (1876-1885) mandó erigir el edificio conocido como Casa Blanca, en el predio adonde se encontraba la residencia de los hermanos Aguilar.
A inicios del siglo XX, una casa ubicada en la calle Delgado y 8ª avenida norte de San Salvador era utilizada como residencia presidencial.
[4] Precisamente, Castaneda Castro fue depuesto por un golpe de Estado en 1948, por lo que desde entonces, los presidentes ya no habitaron con sus familias en la Casa Presidencial.
Ese mismo año, el local del Ministerio de Relaciones Exteriores, antiguo Country Club, pasó a convertirse en la Casa Presidencial.