Carlos Rubio y Colell

[1]​ Era hijo del capitán soriano Tomás Rubio Vera y de la catalana nacida en Tuixent, Rita Colell Puigdemasa, que a los dos años de nacer su hijo Carlos desaparecen del padrón municipal quizá por motivos del destino paterno.

[4]​ En La Iberia se hizo además muy amigo del periodista y poeta gallego Francisco Añón.

En su respuesta Castelar llamaba a Rubio «amigo de la infancia» y poeta «de todos en España conocido por la dulzura de sus versos y la inspiración inagotable de su numen», pero lamentaba que, habiendo sido «benévolo con mi persona —decía–, ha sido injusto con mis ideas» y le dolía que habiendo compartido los mismos ideales de libertad en sus primeras lecturas, les separase ahora un abismo partidista.

El nuevo fracaso le llevó a refugiarse en la legación de los Estados Unidos, de donde pudo marchar a Francia algunos días más tarde.

Aunque sin recursos, malviviendo con los 200 francos que Prim le proporcionó para viajar a Vichy y temiendo que en dos o tres días le faltase para comer, escribió desde París una carta a Prim para rechazar que el partido abandonase el retraimiento o hiciese concesiones de cualquier clase con objeto de lograr la amnistía, que de todos modos, según pensaba, el gobierno se vería obligado a dar.

Carlos Rubio, grabado de Marcelo París por dibujo de Alfredo Perea . Historia filosófica de la Revolución española de 1868 , tomo I, Madrid, Imprenta y Librería de M. Guijarro, 1869.
Carlos Rubio, Ramón Lagier , Agustín Burgos y Fermín Salvochea . Cuatro hombres de la revolución de 1868, pero no diputados, reunidos en una litografía de Santiago Llanta y Guerin para Los diputados pintados por sus hechos , t. III, Madrid, R. Labajos y Compañía editores, 1870.