Esta carga ha pasado a la historia como un suceso mayor en la leyenda heroica del Reino Unido y también como un ejemplo de incompetencia militar.Dichas fuerzas estaban desplegadas en ambos lados y al fondo del valle.Lucan fracasó en su misión de apoyar a Cardigan, y algunos sospechan que ello se debía a la animosidad que sentía contra su cuñado: la Brigada pesada alcanzó el valle, pero no avanzó más lejos.Como consecuencia de esta acción, tan valerosa como inapropiada, la Brigada ligera, compuesta por cinco regimientos de Dragones Ligeros, Lanceros y Húsares, fue casi totalmente destruida.»Mientras ascendíamos la colina, el fuego oblicuo de la artillería caía sobre nuestra retaguardia, de tal modo que recibíamos un nutrido fuego sobre la vanguardia, los flancos y la retaguardia.»Después vino la tercera línea, formada por otro Regimiento, que completó la labor asignada a nuestra Brigada.Creo que ello se hizo con verdadero éxito, y el resultado fue que ese cuerpo, formado por tan sólo 670 hombres aproximadamente, logró atravesar la masa de la caballería rusa que —como hemos sabido posteriormente— disponía de 5240 hombres; y habiendo atravesado esta masa, dan la vuelta, como dice nuestra expresión técnica militar, "al fondo de todo", y se retiraron del mismo modo, provocando tantos daños como era posible en la caballería enemiga.[1]La futilidad de la acción y su bravura imprudente han hecho afirmar al general francés Pierre Joseph François Bosquet: «Es magnífico, pero eso no es la guerra».La lentitud de las comunicaciones marítimas hace que las noticias del "desastre" no lleguen a conocimiento del público británico sino tres semanas más tarde.Allí, Raglan denuesta a Lucan por la carga, declarando que «por su incomprensión de la orden de avance, el teniente general (Lucan) consideró que debía atacar a cualquier precio, y ordenó al mayor general Cardigan avanzar con la Brigada ligera».Incluso aunque ya no volvió jamás al servicio activo en el Ejército, ascendió a general en 1865 y fue nombrado mariscal el año inmediatamente anterior a su fallecimiento.[4] En 1881, Rudyard Kipling escribe una respuesta, titulada «El último de la Brigada Ligera», que intenta avergonzar al público británico describiendo las difíciles condiciones encontradas por los supervivientes de la Brigada ligera.
Una vista reciente del «Valle de la muerte» en el que la carga tuvo lugar. Hoy está ocupado por viñedos, aunque en 1854 era un campo abierto.
Oficiales y soldados supervivientes de la carga, pocos meses después de la batalla.
El «Valle de la muerte», donde la batalla tuvo lugar, fotografiado por
Roger Fenton
en 1855.