Fundada como parroquia para la nueva collación del mismo nombre, mantuvo sus funciones hasta el siglo XVII.
Asimismo, se utilizaron materiales de acarreo, como algunos capiteles y fustes romanos e islámicos.
La antigua iglesia inconclusa queda contextualizada actualmente como antesala de la capilla mudéjar.
Las lámparas son posteriores, compradas durante la Exposición Iberoamericana de Sevilla en 1929.
[3] Después, la capilla permaneció cerrada durante el último tercio del siglo XX debido al grave deterioro que sufría.
En 2006 comenzó una nueva restauración, en la que se consolidaron muros y cubiertas, sustituyendo parcialmente la galería exterior.