El sambenito era una prenda utilizada originalmente por los penitentes católicos para mostrar público arrepentimiento por sus pecados, y más adelante por la Inquisición española para señalar a los condenados por el tribunal, por lo que se convirtió en símbolo de la infamia.Estaba hecho con una tela rectangular con un agujero para pasar la cabeza, que una vez puesta le llegaba al condenado hasta poco más abajo de la cintura por el frente y por la espalda.Los reconciliados con la Iglesia católica porque habían reconocido su herejía y se habían arrepentido llevaban un sambenito amarillo con dos cruces de san Andrés en color rojo (según Henry Kamen, eran una o dos cruces diagonales pintadas sobre él)[3] y llamas orientadas hacia abajo, lo que simbolizaba que se habían librado de la hoguera.[5] Los reos eran paseados por la ciudad descalzos, vistiendo el sambenito y con un gran cirio en la mano.Pero la Inquisición no cambió de parecer y mantuvo esta disposición hasta finales del siglo XVIII.