Habría sido atado a una cruz en forma de X y allí padecería durante tres días, los cuales aprovecharía para predicar e instruir en la religión a todos los que se le acercaban.
Durante la guerra civil española, los aviones del bando sublevado enarbolan cruces de san Andrés sobre sus derivas y timones.
En otras ocasiones en las alas dentro de la escarapela redonda negra empleada como distintivo, con la cruz blanca en ese caso.
A menudo el fuselaje enarbola el blasón de la Falange, y también, aunque con menos asiduidad, la escarapela española bicolor.
La Policía Nacional, al ser civil, no lleva la cruz de san Andrés.