Diego Rodríguez de Lucero

Sus progenitores fueron Juan Lucero y Marina Rodríguez la Carriona, naciendo Diego en la localidad de Moguer (Huelva), territorio que quedaba bajo el dominio de los Portocarrero.

Los ciudadanos cordobeses llegaron a temerle debido a su política de gran represión, pero sus actos fueron aprobados por Juan Ruiz de Calcena, secretario del rey Fernando el Católico.

[1]​[3]​ En 1505 su intransigencia religiosa le llevó a procesar a fray Hernando de Talavera, antiguo confesor de la reina Isabel la Católica, como judaizante, ya que fray Hernando no aceptaba la distinción entre cristianos nuevos y viejos.

En 1506, con la llegada a Castilla de la reina Juana I y su marido Felipe el Hermoso, la nobleza ganó fuerza y algunas familias como el conde de Cabra y el marqués de Priego, que no apoyaban al inquisidor, instigaron al pueblo a rebelarse.

[1]​ El malestar social generado por tales acusaciones -presumiblemente falsas en muchos casos- originó un escándalo social y político que dio lugar a la Congregación General de 1508 en Burgos, una magna asamblea del Reino en la que exigieron responsabilidades a Lucero y a otros inquisidores por sus irregularidades.

Sambenito de un condenado expuesto en la Casa de Sefarad de Córdoba .
Salón de los Mosaicos del Alcázar de los Reyes Cristianos de Córdoba (España) , donde antiguamente se localizaba el tribunal de la Inquisición donde Lucero trabajaba.
Ilustración de un auto de fe del siglo XV
Torre de la Inquisición del Alcázar de Córdoba (restaurada entre 2019 y 2020), que albergaba las mazmorras de la Inquisición y donde Lucero hacinó a 400 prisioneros en 1506.