La red hidrográfica del municipio se completa con dos pequeños cursos fluviales, el arroyo Ortigal y el reguero de Matallana, que desaguan en el arroyo de Canencia.
Este incipiente desarrollo se quebró en la segunda mitad del siglo XX, iniciándose un proceso de despoblación y retroceso económico.
En las horas en las que no circulan las líneas directas a Madrid se deberá enlazar en Buitrago del Lozoya con la línea 191.
También hay una intensa actividad agrícola, basada en la explotación de huertas.
El edificio más notable de Canencia es la iglesia de Santa María del Castillo, construida en el siglo XV en estilo gótico y reformada en el siglo XX, una vez concluida la guerra civil española, cuando sufrió importantes daños.
Consta de una nave rectangular (originalmente eran dos), una capilla mayor y otra lateral.
El Puente Canto fue levantado en el siglo XIV o XV sobre el cauce del arroyo de Canencia.
En sus inmediaciones, aguas arriba, se encuentra el puente de las Cadenas, con un único arco.
Además, el término municipal posee importantes valores paisajísticos y ambientales.