Calles y plazas del Madrid medieval

Se fue formando en su interior una población compuesta por casas o viviendas y esas construcciones dieron lugar a caminos que en algún momento serían calles, vías para transitar por ellas o para salir de la villa.

La fortaleza se construyó en el cerro septentrional que estaba rodeado de defensas naturales.

[2]​ Se construyó además una mezquita que proporcionó el carácter de medina a este núcleo.

Estos arrabales fueron absorbidos más tarde por la muralla cristiana erigida en la segunda mitad del siglo XII.

[2]​ Aquel Madrid medieval estaba configurado por dos importantes barrancos: el Barranco propiamente dicho, escrito con mayúsculas en los documentos y a cuyos pies se deslizaba el arroyo de las Fuentes de San Pedro (que con el tiempo se convertiría en la calle de Segovia), delimitado al norte por el cerro donde se había establecido la medina y su desplome a poniente que luego fue la Cuesta de la Vega.

De estas calles-camino nacieron otras y todas juntas fueron formando los barrios llamados también collaciones.

[7]​ Estas collaciones nacieron como agrupaciones generalmente en torno a las parroquias que se iban construyendo y cada una tenía sus jurados con sus principios jurídicos propios porque las gentes que los habitaban podían tener costumbres y estilo de vida distintos.

[9]​ La Laguna del Arrabal no fue espacio urbano hasta el siglo XV; pasó después a denominarse plaza del Arrabal para finalmente en el siglo XVI convertirse en la plaza Mayor.

[13]​ Un adarve[a]​ es en la urbanización hispano-musulmana un callejón sin salida de dominio semiprivado.

[14]​ El adarve es frecuentemente más que un callejón y llega a ser una especie de plazuela o ensanchamiento —que a veces se multiplica en forma laberíntica—, con perfil cerrado que derivó en los llamados corrales y después en los patios de vecindad.

Situada en la manzana 181 frente a la manzana 183, en el barrio del Sacramento puede verse dibujado aunque no rotulado, en el plano de Texeira de 1656 y todavía se ve en los planos del siglo XIX.[17]​.

Durante años y en los documentos conocidos no se nombran los arrabales siendo la primera vez que aparece la palabra y su concepto en el Códice de San Isidro o de Juan Diácono en el que el autor narra la vida de San Isidro Labrador.

[18]​ El arrabal de Santo Domingo tuvo su origen en otra fundación religiosa a principios del siglo XIII.

Aunque las vías del núcleo musulmán tuvieron casi desde el principio denominación, Madrid tardó mucho en asignar nombre propio a sus calles.

[23]​ Eran fosos naturales extramuros acondicionados para la defensa; en determinadas ocasiones fue necesario cegarlos o desecarlos.

La cava propiamente dicha llegaba hasta la calle Mayor en el sentido sur.

[24]​ Esta denominación era muy amplia y podía tener el significado de camino, calzada, senda o ruta.

En época romana una vía correspondía a cualquier tipo de camino y por eso quedó fijada para definir una calle.

[33]​ Para poder llamarse vía Real la calle tenía que cumplir con determinados requerimientos: Debía tener un tamaño importante o representar un papel significativo y debía ser además muy frecuentada.

Estas vía regis o públicas aparecieron en Madrid al principio del siglo XIII.

Al ser un lugar tan preferente estuvo habitada por gente de prestigio en época medieval.

Antes de esta fecha ya había demostrado ser un centro significativo con vecinos comerciantes, prestamistas, judíos, burócratas, letrados y demás.

Es una palabra introducida por los francos sobre todo a partir del siglo XI y con ella daban nombre a la vía principal por donde pasaban, una vía que la mayoría de las veces urbanizaban ellos mismos.

[e]​ Son calles sin nombre concreto pero denominadas de forma que los ciudadanos pudieran localizarlas.

Esta casa fue protagonista de un hecho histórico bien conocido porque desde un balcón que alcanzaba a ver la explanada donde estaba apostada la tropa y la artillería lanzó el Cardenal Cisneros la famosa frase «estos son mis poderes».

Fue por estas fechas, en 1490, cuando pidió la propiedad de un espacio que estaba en la parte trasera de su palacio para ampliar sus dominios y a cambio ofreció otras casas cercanas para abrir una calle nueva más derecha.

[41]​ En la segunda mitad del siglo XV se manifiesta la aparición de las calles con nombre propio que se dan a conocer gracias sobre todo a los documentos de contratos entre particulares.

[45]​ Aparece nombrada como tal en 1380 con motivo de la venta de unas casas en dicha calle y se hace referencia a la posterior calle Mayor en lo que fueron sus tramos segundo y tercero.

[45]​ En este caso la palabra pilar se refiere a las pilas o abrevaderos distribuidos por distintos barrios; en alguna de las vías tuvieron la suficiente importancia como para dejar constancia con el nombre.

Esta senda o calle desapareció totalmente con la reforma que Felipe II hizo hacia 1567 en todo el entorno del alcázar.

Vista de Madrid: dibujo preparatorio (1562) (detalle con el Real Alcázar de Madrid y el famoso Barranco con lo que sería la cuesta de la Vega). Dibujo realizado por Antón van der Wyngaerde. Se conserva en la National-bibliothek de Viena (Ms. Min. 4178)
Topografía de la Villa de Madrid descrita por Don Pedro Texeira en 1656. Con el número 50 se ve la fuente de la plaza de Puerta de Moros
Corral del Conde en Sevilla, herencia de antiguo adarve
Plazuela de San Javier, ejemplo de adarve
Vista de la fachada del convento de Santo Domingo el Real, en El Museo Universal (1869), a cuyo alrededor se fue formando el arrabal que llevó su nombre
Carrera de San Jerónimo en el siglo XVII
Calle de la Cava Baja (Madrid)
Calle de la ciudad de Santiago de Compostela . Es la última calle que atraviesan los peregrinos del Camino de Santiago antes de llegar a la catedral