Arrabales de Madrid entre los siglos XII y XVII
De esta forma, desde el XIII comienza a surgir en la documentación administrativa de la ciudad un espacio llamado plaza del Arrabal, la futura plaza Mayor.Castellanos enumera casi 60 «oficios urbanos» documentados en Madrid a finales del xv,[6] muchos de ellos estrechamente asociados con productos agropecuarios.Por otra parte, y a pesar de los límites municipales impuestos al territorio encerrado por la cerca defensiva, la pujanza económica de los arrabales hizo que Madrid se extendiera hacia el Este —por las características topográficas—.[14] Mercancía que llegaba a la Villa desde los puertos de Galicia y Asturias, pues la pesca del río Manzanares y otros ríos o arroyos del vecino Guadarrama estaba, desde antiguo, muy protegida.[18] Se documenta en tiempos de Enrique IV (que reinó entre 1454-1474), la única carnicería situada en los arrabales, estando las otras tres dentro del recinto amurallado de la Villa,[19] y a las que se añadieron dos más a lo largo del XV, una en la plaza del Arrabal y otra en la plaza de Santa Cruz.[19] Aquí se concentraban los oficios dedicados a la confección, tal y como indican los nombres dados posteriormente a calles como Bordadores o Coloreros, de los pocos que quedan.También vivía allí Juan Álvarez Gato, mayordomo de la reina Isabel la Católica.[b][23] Tuvo casas de mayorazgo y solares Francisco Ramírez el Artillero, secretario del rey y esposo de Beatriz Galindo la Latina.