La idea o necesidad de urbanizar este espacio que estaba compuesto por conventos religiosos cuya ubicación se consideraba todavía como las afueras, surgió a finales del siglo XIX, cuando se llevó a cabo el ensanche de la ciudad.
A lo largo de este espacio que en la actualidad se llama Acera de Recoletos estuvieron situados a partir del siglo XVI tres conventos y un hospital.
El hospital era el llamado de la Resurrección, en la zona donde ahora se encuentra la casa Mantilla.
En Valladolid los recoletos fundan conventos en Portillo (1591) y en Nava del Rey (1592).
En el año 1861 fueron derribados tanto la iglesia como el convento edificándose en el terreno liberado las casas que llevan los números 7, 8 y 9.
Según este dibujo, la fachada era de ladrillo, con una puerta que tenía un tímpano decorado con dos ángeles sosteniendo el emblema de los agustinos que consiste en un corazón traspasado por tres flechas.
Fue un convento de monjas franciscanas fundado a finales del siglo XVI.
Comunidad de religiosas dominicas fundado en 1545 por Ana Bonisen, también desaparecido en el siglo XIX.
El edificio presenta una decoración en estucos a base de columnas y pilastras, cariátides, guirnaldas o frontones, en parte hoy desaparecidos.
Se caracteriza por cierta influencia francesa y presenta la construcción fachada a ambas calles.