Los veranos son secos y durante las horas centrales del día se pueden sobrepasar los 35 °C, si bien refresca por la noche.
Aunque se ha teorizado en que sus orígenes poblacionales se remonten a los vettones, los primeros indicios de presencia humana documentados en el municipio datan de los romanos.
Posteriormente, en la Edad Media, pasó a formar parte del Reino de León entre los siglos XI y XII, siendo fundada entonces la actual localidad, que quedó integrada en el Obispado de Ciudad Rodrigo en 1174 por orden del rey Fernando II de León.
[7] Entretanto, en la Guerra de Independencia las tropas francesas ocuparon y saquearon el pueblo.
Respecto al año 2000, el censo refleja 538 habitantes, de los cuales 225 eran hombres y 283 mujeres.
Celebra sus fiestas principales el 15 de mayo en honor a san Isidro Labrador y las secundarias el 17 de enero en honor a san Antonio Abad, lo que pone de manifiesto el marcado carácter agrícola y ganadero que desde siempre ha impregnado a este municipio.
Esta tradición se da en toda la provincia aunque fuera de la capital el hornazo se come el domingo o el lunes de Pascua.