Cabildo de clérigos (Molina de Aragón)
[2] La patrona del Cabildo era la Inmaculada Concepción, y el símbolo que adoptaron fue una jarra de azucenas.[1] El Cabildo englobaba a todos los sacerdotes y beneficiados de las parroquias molinesas nacidos en el señorío, y estaba compuesto por unos cuarenta canónigos, aunque su número no fue establecido durante la Edad Media y dependía del número de beneficios eclesiásticos de que disponía en cada momento.[1] El arcipreste del Cabildo era el único miembro que podía ser forastero, según consta en un documento que se encontraba en el archivo del Cabildo, y que el historiador Diego Sánchez Portocarrero llegó a ver y consignó en su obra, Historia del señorío de Molina.[14] Y en la actualidad, el archivo se custodia, junto con otros fondos, en el ayuntamiento de la ciudad.[16] Y dicho privilegio fue concedido porque el Cabildo remitió al pontífice un memorial en el que se detallaba la devoción que la ciudad de Molina, y los pueblos que integraban su señorío, habían sentido desde fechas remotas hacia la Inmaculada Concepción.