Bizcocho

La cualidad que caracteriza este pan es su esponjosidad, la cual es gracias a la presencia de huevos en su masa.

[2]​ Los bizcochos, bizcochuelos o queques se suelen clasificar en tres categorías: los pesados son los que contienen mantequilla, aceite o alguna otra grasa, por lo que requieren una cocción más suave y prolongada en el horno; los bizcochos ligeros, en cambio, no incluyen lípidos (como unas soletillas); y en tercer lugar los superligeros, que apenas necesitan tiempo en el horno, no tienen nada de grasa, muy poca harina o a veces almidón en vez de harina.

Así se le llama al bizcocho en Chile, Perú, Costa Rica, El Salvador y en la comunidad autónoma española de las Canarias (particularmente las islas orientales).

[12]​[13]​[14]​ La técnica del bizcocho o queque se practica desde tiempos inmemoriales, pero la tradición italiana atribuye su creación a Giobatta, un pastelero ligur afincado en Madrid en la década de 1700.

En Argentina, el bizcochuelo es esta preparación esponjosa que, una vez decorada (para una boda, un cumpleaños, un bautizmo, etc), de convierte en una torta.

El bizcocho más sencillo contiene los cuatro ingredientes básicos en proporciones idénticas, lo que lo asemeja a un pound cake.

Los demás ingredientes sirven para aromatizar y darle su sabor distintivo, como ralladura de limón, almendra molida, cacao, coco rallado, etcétera.

En este último caso, para elaborar las llamadas tortadas, tortas húmedas o pasteles húmedos no se precisa de materia grasa (mantequilla, aceite, manteca, etc.) ya que el mismo líquido impide que la masa se reseque y endurezca.

Empapado en almíbar, ron u otro licor, da lugar a pasteles como el babà napolitano o el pionono de Granada.

Bizcocho básico cortado en cuartos.
Un bizcochuelo con chocolate.
Pandispanya , o Pan de España , un bizcocho turco .
A la izquierda, pequeños bizcochos individuales de Jaén , España.