Panela de San Joaquín

Consiste en un pan dulce de trigo cortado en rebanadas que se vuelven a hornear una segunda vez para obtener un producto seco y crujiente.

Si bien se consume en todo el país, es más frecuente en las ciudades de Valencia y Maracay ya que son equidistantes al poblado donde se elaboran.

Fue traído por vascos establecidos en San Joaquín a finales del siglo xix.

[1]​Antiguamente eran conocidos como biscochitos de San Joaquín,[2]​ puesto que «bizcocho», del latín bis-coctus, significa ‘doble cocción’, por la cual la miga del pan queda dura y seca.

Debido a su consistencia dura, se suelen acompañar de algún tipo de bebida, la más frecuente es café con leche aunque también se acompaña con leche fría, chocolate caliente (mayormente en días fríos) e incluso malta o refresco; todo ello con la finalidad de reblandecerlo y hacer más fácil su ingesta.