Biblioteca Ambrosiana

La biblioteca, que debe su nombre a Ambrosio, el santo patrón de Milán, fue fundada en 1607, durante el periodo español del Ducado de Milán, por el cardenal Federico Borromeo, cuyos agentes recorrieron Europa occidental e incluso Grecia y Siria (Imperio otomano) en busca de libros y manuscritos.

Durante las dos estancias del cardenal milanés Borromeo en Roma, en los años 1585-95 y 1597-1601, planeó desarrollar una biblioteca en Milán, que estaría abierta a los eruditos al servicio de la contrarreforma católica para frenar el avance de la reforma protestante.

Las constantes adquisiciones, aumentadas por legados, requirieron una ampliación del espacio.

Entre sus figuras más prominentes han figurado Giuseppe Ripamonti, Ludovico Antonio Muratori, Giuseppe Antonio Sassi, el cardenal Angelo Mai y, al principio del siglo XX, Antonio Maria Ceriani, Achille Ratti (el futuro papa Pío XI), y Giovanni Mercati.

Hasta 2007 el rector y prefecto fue el después cardenal Gianfranco Ravasi.

Fachada del palacio que alberga la Biblioteca Ambrosiana.
El cardenal Federico Borromeo (derecha), fundador de la biblioteca.