Su fondo ha conocido diversos emplazamientos: Los autores del proyecto son los arquitectos Andrés Celis y Jael Ortega.
El edificio se concibe como un volumen monolítico y aparentemente homogéneo, con una piel continua de vidrio serigrafiado.
Esta envoltura no es sino la hoja externa de una doble cubierta que reviste zonas opacas, transparentes y traslúcidas, englobando también la fachada gótica, que queda así integrada en la composición del edificio.
El resto es una planta totalmente diáfana, que encuentra su cualificación en las transparencias transversales y en los efectos visuales producidos por los patios.
El fondo antiguo de la biblioteca lo componen manuscritos, incunables y libros impresos hasta el siglo XVIII inclusive.
Escrita en letra gótica y en latín, sus páginas constan de dos columnas con 42 líneas cada una.