Benemérita Sociedad Fundadores de la Independencia

La asociación, conformada inicialmente por militares, se destacó por sus actividades que rinden culto a la memoria de los héroes y próceres de la independencia del Perú y otras figuras patrióticas.

Actualmente la sociedad está adscrita al Ministerio de Defensa del Perú, ente que también lo financia anualmente.

[2]​ Una vez concluidas las operaciones destinadas a la consolidación de la Independencia del Perú, muchos de los peruanos que participaron en esas jornadas quedaron en el más grande desamparo, pues las arcas fiscales no disponían del dinero suficiente para atender sus necesidades.

Terminada la guerra del Pacífico, y desocupado el territorio peruano, surgiéron nuevas instituciones con similares fines.

Luego de las gestiones ante el presidente de la República Augusto B. Leguía, se obtuvo la transferencia a la sociedad del edificio construido para la residencia privada del mariscal Andrés Avelino Cáceres en 1924.

La sede está adornada con diversos cuadros, bustos y óleos, entre los que destaca una obra titulada El Paso de los Libertadores del reconocido pintor Daniel Hernández, distribuidos a través de los interiores del edificio.

Entre estas, resaltan las relacionadas con el conflicto con Ecuador de 1941 y la guerra del Alto Cenepa.

[8]​ Para lograr pertenecer a la Benemérita Sociedad, el propuesto debe ser peruano de nacimiento y debe poder comprobar ascendencia directa a algún héroe, prócer, mártir o defensor calificado de la patria reconocido por el Estado del Perú como tal.

Fotografía antigua del actual local institucional.
El general Carlos Miñano Mendocilla, presidente activo de la institución en el periodo 1974-1980.