[10] Después de su derrota en El Panecillo, las fuerzas patriotas se retiraron a Ibarra mientras los monárquicos ocupaban Quito.
[15] También fue el momento en que los jefes patriotas entendieron la amenaza, reconciliados de las rencillas internas salieron a darle batalla,[16] pero una densa niebla impidió las operaciones hasta el día siguiente.
[18] Al llegar, Sámano pidió descansar para el día siguiente seguir a Ibarra[22] y los patriotas aceptaron, dejándole ahí.
[15] Además, durante el viaje juntos, los oficiales monárquicos se dieron cuenta de que los soldados enemigos eran muy inferiores en calidad.
Según Cevallos estaba organizados en cuatro columnas mandadas por Montúfar, el coronel Francisco Calderón, el capitán francés Marcos Gullón (o Bullón) y un tal Pólit.
[3] La artillería patriota se componía de cuatro piezas, pero eran muy pesadas y no fueron útiles en toda la campaña.
[24] En cambio, Salazar dice que las dos divisiones patriotas establecieron contacto y combatieron contra los realistas atrincherados en la plaza.
La artillería monárquica desordenaba las filas patriotas, haciéndolos retroceder, pero rápidamente rehacían sus formaciones y volvían a atacar.
Muchos murieron tratando de asaltar las casas vecinas, pues desde sus ventanas los defensores les disparaban a cubierto, y dos veces tomaron las baterías realistas, pero debieron retroceder.
[30] Después de las 18:00 horas finalmente ocuparon el lugar,[29] pero los monárquicos se refugiaron en el templo local que Sámano había fortificado.
[24] Los defensores realistas disparaban desde troneras, ventanas y claraboyas, estando a cubierto y diciendo: «Insurjentes, allá va la epístola de San Pablo; allá va esa antífona», puesto que con papeles de la Iglesia habían fabricado los cartuchos la noche anterior.
Los independentistas sostuvieron un fuego continuó pero ineficiente, seguros que podrían rendir a sus enemigos de hambre en unos dos días; su celo religioso les impidió quemar el templo con sus adversarios dentro.
[14] Acababa de llegar la noche y los patriotas suspendieron la lucha,[33] justo entonces corrió el rumor entre los soldados quiteños que se acercaban refuerzos monárquicos,[14] tres batallones frescos,[15] y pronto se daba la orden de retirada general a Ibarra.
[14] Al día siguiente, los monárquicos empezaron su marcha hacia Ibarra, donde la desmoralización se había apoderado de las tropas independentistas.
Los preparativos empezaron de inmediato mientras se procuraba no desguarnecer Ibarra, por lo que el proceso tomó mucho tiempo.
[33] Tal desproporción entre ambos bandos se debió a que los primeros estaban luchando en campo abierto y los segundos parapetados.
[8] Ejecutaron al coronel García Calderón, el francés Gullón, el sargento mayor de ingenieros Manuel Aguilar y un sacerdote.
[49][50] Otro grupo huyó con 30 fusileros a Playa de Oro y río Cachabí, en la costa norte del moderno Ecuador, librando varias escamaruzas.
En una de ellas, en Borbón, capturaron al comandante Manuel Antonio Arroyo, jefe monárquico encargado del litoral.
Estos soldados monárquicos, a cargo del teniente coronel José Fábriega,[51] les enfrentaron en Barbacoas y Tumaco.
[49] Al final, fueron capturados el coronel Nicolás de la Peña, su esposa Rosa Zárate, Baltazar Pontón, Segundo Guerra y un tal Canchingre.