Basilio Martín Patino

Sin embargo, Basilio tomó un camino muy distinto, asumiendo posturas anarquistas que se verían reflejadas en su cine.

Antes de dedicarse al cine realizó estudios literarios y escribió Calle Toro, antes Generalísimo, libro que fue finalista del Premio Biblioteca Breve pero que el mismo autor no quiso publicar aunque se lo propusieron (por ejemplo, el historiador Manuel Tuñón de Lara lo quiso publicar en París).

En el encuentro, cuyo cerebro fue Ricardo Muñoz Suay, se reunieron los mejores directores del cine español de la época.

[2]​ Su gran éxito le llegó tres años después con la película Nueve cartas a Berta (1966), que obtuvo la Concha de Plata en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián; el encuentro con el público fue un éxito y la película estuvo en cartel, para asombro del propio Patino tras sus problemas con la censura, durante cien días.

Su interés por la cinematografía de no ficción lo llevó a explorar los territorios del falso documental, como el dedicado a la matanza de campesinos libertarios en Casas Viejas o La seducción del caos (1991), con Adolfo Marsillach.