Esa misma fecha, contaba con 1.416 oficinas y 9.066 empleados.
[12] Félix Millet, de profundas convicciones religiosas, tuvo como mano derecha al supernumerario del Opus Dei Juan Manuel Fanjul Sedeño, a través de quien miembros del Opus Dei empezaron a acceder a posiciones de poder dentro del banco.
En 1966, se creó Iberleasing porque era la única forma de que el Popular estuviera presente en el mercado del arrendamiento financiero.
Desaparecida la limitación legal que impedía que el Banco abordara directamente esta actividad, dejó de tener sentido la existencia de una sociedad diferenciada e Iberleasing fue absorbida por el Popular.
El fuerte crecimiento de la red se prolongó hasta 1985.
En 1988, el Banco Popular crea con el grupo asegurador alemán Allianz, al 50 por ciento, las sociedades Europensiones, Eurovida y Euroconsulting.
En los últimos días del año, las autoridades españolas aprueban su creación con el nombre de Popular Rabobank.
A mediados de 2000, abre sus "puertas" virtuales Bancopopular-e, el banco del Grupo dirigido a aquellas personas que desean operar exclusivamente por Internet.
La desaparición de estas cuatro entidades financieras se realizó sin liquidación y mediante la transmisión en bloque de sus patrimonios a Banco Popular, aunque se conservaron sus marcas comerciales.
En enero de 2014, adquiere la participación del 40% que la institución financiera franco-belga Dexia poseía en Popular Banca Privada.
Seguidamente, tuvo lugar una Junta de Accionistas Extraordinaria en la que se nombró presidente a Emilio Saracho.
[26] Dicha operación se cerró en septiembre del mismo año.
[27] El 16 de mayo de 2017, Banco Popular comunicó a la CNMV que había encargado a JP Morgan y Lazard hacer un sondeo preliminar del mercado para valorar si existía interés en una compra.
La compra se produjo después de que la entidad, cuyas cuentas estaban muy lastradas por los activos inmobiliarios, perdiera en bolsa más del 50% de su valor en los últimos días y "sufriera un deterioro significativo en su posición de liquidez".
[31][32] Ese mismo día, Banco Santander nombra presidente de Banco Popular a José Carcía Cantera en sustitución de Emilio Saracho.
Para ello, se emitirán hasta 980 millones de euros en “bonos de fidelización” y los afectados deberán renunciar a emprender acciones legales contra el banco.
Dichos bonos se consideran un producto de alto riesgo bancario.
Además, Banco Popular recuperaría el negocio de tarjetas de crédito, que había vendido a WiZink en 2014 en España y en 2016 en Portugal.
La decisión final se adoptaría una vez que los afectados que así lo desearan hubieren expresado su opinión a la JUR a la vista del informe y la decisión preliminar.
En la causa se investigarán, entre otros, delitos de falsedades societarias y administración desleal, contra el mercado, falsedades documentales y apropiación indebida.
También admitió una querella contra la auditoría PwC, que dio validez a las cuentas de la entidad.