Al estallar la guerra civil en 1936, marchó a Trieste al sentir en Cataluña amenazada su vida, y posteriormente regresó a España para ofrecerse en Burgos a combatir junto al bando sublevado.
[4][5] En 1943 fundó la Benèfica Minerva, que se dedicaba clandestinamente al mecenazgo colectivo, y en la cual colaboraba el abogado Pere Puig i Quintana, a la sazón mano derecha de Millet.
Como accionista y presidente del Banco Popular, hizo desaparecer «la mentalidad comerciante y tendera, ligada, en este caso, a la menestralía madrileña» en el intento de crear «un banco moderno, en todo el sentido de la palabra».
A principios de 1957, sin embargo, la familia Millet vendía la mayoría de sus acciones y Fèlix Millet pasaba a ser titulado presidente honorario.
[7] Elegido presidente del Orfeón Catalán en 1951,[8] impulsó la Obra del Ballet Popular, y en 1961 se encontraba entre los fundadores de Òmnium Cultural, asociación de la que fue su primer presidente.