En 1961 trasladó su central a Barcelona y cambió su nombre por el de Banca Catalana.
Tras la caída financiera que devino sobre la entidad en el llamado "caso Banca Catalana", el grupo pasó a formar parte de un consorcio de grandes bancos españoles en 1984.
[1] En 1961 trasladó su central a Barcelona y cambió su nombre por el de Banca Catalana.
En octubre de 1984 el magistrado Ignacio de Lecea tomó declaración a Pujol durante dos horas y media en su residencia oficial de la Casa dels Canonges, trámite en el que también estuvieron presentes el fiscal Carlos Jiménez Villarejo y José María Mena, y los abogados defensores Joan Piqué Vidal y Juan Córdoba Roda.
Ese año el grupo decidió la absorción total de Banca Catalana, eliminando la denominación y todos los signos externos.