Banco de Crédito Balear

Como promotores figuraban un grupo de navieros, comerciantes, terratenientes y profesionales.

Recibió el apoyo del Banco Balear (fundado en 1864), hasta el punto de que en 1874 se proyectó la fusión de las dos entidades, cosa que finalmente no se llevó a cabo.

En 1905 entró de vocal el terrateniente Manuel Salas y Sureda, que cesó por discrepancias con la concesión de un crédito a Juan March, que sería vocal entre 1914 y 1918.

Durante el primer tercio del siglo XX su evolución no fue demasiado próspera.

El jefe de oficinas, José María Madico Pi, se suicidó en París, a donde había huido.

La posguerra representó la recuperación del banco, a través de varias empresas filiales.

Sede central del banco en la Plaza de España de Palma.