El puerto cuenta, además de los muelles para mercancía y pasajeros, con el dique de Botafuego, donde se realiza la descarga de combustibles que consume la isla y lugar donde amarran los grandes cruceros turísticos que recalan en ella.
[1] Desde que los cartagineses fundaran una colonia en el año 650 a. c., convirtieron el puerto en una importante base naval de su armada.
Los romanos hicieron de Ibiza ciudad federada y mantuvieron la floreciente actividad comercial que ya tenía bajo la dominación cartaginesa.
En el siglo XVII ya existían edificios para fines portuarios y un muelle en el paraje del Arrabal.
Las actuales instalaciones datan de principios del siglo XX, con la construcción del dique de abrigo que da protección a la zona sur del puerto.