[1] Sin embargo, el nombre que le daban sus primitivos pobladores, la etnia yámana en su propia lengua era Whiyinwaia.Por él antiguamente corría un canal natural que dejaba a la porción externa de la hoy península convertida en una isla.[3] Si su límite oriental es claramente delimitado, no lo es en cambio el occidental, pues una serie de puntas envolventes van descubriendo parcialmente las aguas de esta bahía, hasta integrarlas a las aguas abiertas del canal Beagle.Un enorme glaciar que en las últimas fases de las glaciaciones cuaternarias descendía desde la cordillera Darwin avanzaba por donde hoy se encuentra el canal Beagle formando un valle longitudinal, al cual se le fue puliendo su fondo con la acción abrasiva de los hielos.En las costas de esta bahía es posible observar playas pedregosas y sectores con restingas.[4] Posteriormente, una disminución de algunos metros en el nivel marino le otorgó sus límites actuales.Tal es lo persistente del frío que en pleno verano austral se han registrado eventuales nevadas, o temperaturas de solo -6 °C.Se alimentaban especialmente de mamíferos marinos y mejillones (Mulinia edulis, Mytilus chilensis, Aulacomya atra, Yoldia).La bahía Golondrina se vio envuelta en la disputa limítrofe entre la Argentina y Chile, conocida como Conflicto del Beagle.En su falló la corte arbitral señaló que toda atribución de un territorio debe ipso facto traer aparejado sus aguas anexas, por lo tanto consideró inaceptable la tesis chilena.Sus riberas son fácilmente accesibles, mediante cualquier tipo de automóviles y durante todo el año, pues la Ruta Nacional 3 la bordea por su parte norte.También se pueden contemplar distintas vistas del canal Beagle, y de la chilena isla Navarino.