Apoyó misiones cristianas entre los cumanos paganos que habitaban en las planicies al este de su provincia.Durante su reinado, miles de colonos llegaron del Sacro Imperio Romano, Polonia y otras regiones vecinas para establecerse en las tierras despobladas.[3][4] La reina Gertrudis mostró un evidente favoritismo hacia sus parientes y cortesanos alemanes, lo que acarreó un descontento generalizado entre la nobleza nativa.[8] Aunque Bela era un niño cuando su madre fue asesinada, nunca la olvidó y declaró su profundo respeto hacia ella en muchas de sus cartas reales.[3] Andrés II comprometió a su primogénito con una hija del zar Boril de Bulgaria en 1213 o 1214, pero su compromiso se anuló.[3][11] Aun así, Bela, de ocho años, fue coronado ese mismo año, pero su padre no le otorgó una provincia para gobernar.[13][14] Durante este período, el príncipe permaneció con su tío materno Bertoldo de Merania en Steyr, en el Sacro Imperio Romano Germánico.[12][16] Una carta de 1222 del papa Honorio III revela que «algunos hombres malvados» habían forzado al rey a compartir su reino con su heredero.[19][20] Los dominios de Domaldo fueron confiscados y distribuidos entre sus rivales, los Šubići, que habían apoyado a Bela durante el asedio.[24] Como duque de Transilvania, el príncipe adoptó una política expansionista dirigida a los territorios sobre los montes Cárpatos.[26][27] En 1227 cruzó las montañas y se reunió con Boricio, un jefe cumano, que había decidido convertirse al cristianismo.[31][32] Bela también confiscó las propiedades de dos nobles, los hermanos Simón y Miguel Kacsics, que habían conspirado contra su madre.[33][36][37] Casi al mismo tiempo, estableció una nueva provincia fronteriza, el Banato de Severin, en las tierras entre los Cárpatos y el bajo Danubio.[31] El papa Gregorio IX protestó enérgicamente por la retirada de las concesiones reales hechas a los cistercienses y las órdenes militares.[48] Los mongoles invadieron Cumania, las regiones más occidentales de la Estepa euroasiática y derrotaron a los cumanos.[52][53] Bela solo acordó darles refugio luego que su jefe, Köten, prometiera convertirse junto con su pueblo al cristianismo y luchar contra los mongoles.[52] Bela, que necesitaba el apoyo militar de estos, rara vez los castigaba por sus robos, violaciones y otras fechorías.[46] Zadar, una ciudad en Dalmacia que había pasado a manos de Venecia en 1202, reconoció la soberanía húngara en 1240.[52] Al enterarse del destino de su jefe, sus cumanos decidieron abandonar Hungría y destruyeron muchos pueblos en su camino hacia la península balcánica.[52][68] Por invitación del duque Federico II de Austria, Bela fue a Hainburg an der Donau.[68] Sin embargo, en lugar de ayudarlo, el duque lo obligó a ceder tres condados (probablemente Locsmánd, Pozsony y Sopron).[78] Solamente los lugares bien fortificados, como Esztergom, Székesfehérvár y la abadía de Pannonhalma, habían resistido con éxito el asedio.[79][80] Otorgó libertades especiales a los colonos, incluida la libertad personal y el tratamiento fiscal favorable.[95] En dos décadas, su nueva ciudad fortificada, Buda, se convirtió en el centro comercial más importante de Hungría.[99][100] En la segunda mitad de 1242 invadió Austria y obligó al duque Federico II a entregar los tres condados cedidos durante la invasión mongola.[72][102] Bela apoyó a su yerno para invadir Galitzia en 1245, pero el oponente de Rostislav, Daniel Románovich rechazó su ataque.[88][104] Su muerte sin descendencia dio lugar a una serie de conflictos,[100] porque tanto su sobrina, Gertrudis, como su hermana, Margarita, reclamaron Austria y Estiria.[107] En el verano de 1253, los húngaros lanzaron una campaña contra Moravia y pusieron sitio a Olomouc.[110] En conformidad con el tratado, Otakar, que mientras tanto se había convertido en rey de Bohemia, cedió Estiria a Hungría.[104][119] Bela había planeado originalmente dar a su hija menor, Margarita, en matrimonio con el rey Otakar.
Ruinas del monasterio
dominico
de la Santísima Virgen en la
Isla de los Conejos
(Isla Margarita, Budapest) donde el tratado de paz que puso fin a la guerra civil entre Bela y su hijo,
Esteban
, se firmó el 23 de marzo de 1266.