La arquidiócesis de Matera-Irsina (en latín: Archidioecesis Materanensis-Montis Pelusii y en italiano: Arcidiocesi di Matera-Irsina) es una circunscripción eclesiástica de la Iglesia católica en Italia.
Sin embargo, la diócesis volvió a desaparecer unos diez años después, cuando en 1133 la ciudad fue nuevamente destruida por los normandos.
En el siglo siguiente los habitantes pidieron en varias ocasiones a los papas que reconstituyeran la antigua sede, pero primero Celestino III, luego Inocencio III y finalmente Gregorio IX rechazaron sus peticiones; Inocencio III tuvo incluso que anular la elección de un obispo (1240).
Stefano, venerabile Abate, di consacrare il nuovo tempio, riedificato ed ampliato, in onore del santo martire di Cristo Eustachio, con il consenso e la esplicita volontà del diletto fratello in Cristo il vescovo Benedetto, pastore della Chiesa materana e del suo clero».
Ese mismo año, tras la muerte del obispo de Matera Benedetto, la diócesis de Matera fue anexada ad tempus a la acheruntina y Arnaldo se convirtió así en obispo de Acerenza y Matera.
Los conflictos continuaron hasta tal punto que el papa Clemente VIII († 1605) estableció que la precedencia del título pertenecía a Acerenza, la diócesis más antigua, y la estancia del arzobispo era en Matera, por su mayor conveniencia.
El papa Urbano VI fue arzobispo de Matera y Acerenza desde 1363 hasta 1377.
A Matera fueron asignadas las diócesis sufragáneas de Anglona-Tursi y Tricarico.