Se conocen comúnmente como libélulas o chinchilejos (caballito del diablo en Rep.
Se caracterizan por sus grandes ojos multifacetados, sus dos pares de fuertes alas transparentes y por su abdomen alargado.
Su hábitat natural se encuentra en las cercanías de lagos, charcos, ríos y tierras pantanosas, ya que sus ninfas son acuáticas.
En efecto, algunas (en los géneros Libellula, Sympetrum y Pantala) se cuentan entre los insectos con los vuelos migratorios más largos.
[1] Anisoptera procede del griego ἄνισος ánisos ‘desigual’[2] y πτερόν pterón ‘ala’,[3] porque las alas posteriores de las libélulas son más anchas que las anteriores.
A diferencia de la mayoría de los insectos, estas pueden batir sus alas anteriores y posteriores de forma simultánea o alternada en diferentes fases del vuelo, lo que resulta, respectivamente, en una mayor potencia con mayor coste energético, al despegar, y en una potencia y coste menor, durante el vuelo.
Cuando la ninfa está lista para comenzar su proceso de metamorfosis y convertirse en un adulto, sube por una caña o una planta emergente.
Cuando está sujeta al macho, la hembra arquea su abdomen adelante para reunir sus órganos sexuales y se produce la fertilización.
[cita requerida] Las libélulas emplean la ilusión óptica para acechar a otros insectos que invaden su territorio.
A diferencia de los caballitos del diablo (Zygoptera), que suelen tener una distribución restringida, algunos géneros y especies se extienden por todos los continentes.
[18] Las libélulas viven desde el nivel del mar hasta las montañas, disminuyendo la diversidad de especies con la altitud.
El siguiente cladograma relaciona las subfamilias y familias de anisópteros, figurando con líneas discontinuas las que no están perfectamente definidas:[27]
Gomphidae Austropetaliidae Aeshnidae Petaluridae Macromiidae Neopetaliidae Cordulegastridae Libellulidae "Corduliidae" (parafilético) Synthemistidae Chlorogomphidae