Cuando un renacuajo alcanza la madurez necesaria, sufre una metamorfosis en la que gradualmente crecen sus patas y su cola se absorbe por apoptosis (muerte celular controlada).
Algunas especies de desove tardío también hibernan como larvas en el agua y no completan su metamorfosis hasta el año siguiente (esto generalmente resulta en el crecimiento gigantesco mencionado anteriormente, que también puede estar relacionado con las hormonas).
Por ejemplo, en el sapo búfalo, los renacuajos viven en un cardumen en un pantano o charco, y el macho, que vigila a sus crías, se encarga de encontrar nuevas fuentes de alimento, posiblemente cavando un canal para que los renacuajos lo sigan.
[5] Hasta principios del siglo XX, en los grandes lagos y estanques de zonas templadas, los renacuajos podían estar presentes por millones.
Sin embargo, existen granjas (para estudios científicos o, en Francia, para producir ancas de rana con autorización).
Actualmente, los anfibios están disminuyendo o desapareciendo en todo el mundo por razones que aún no se comprenden bien.
Los plaguicidas y ciertas toxinas como los nitratos (que ahora se encuentran a menudo también en la atmósfera y en la lluvia) son fuentes importantes de mortalidad (en particular, los insecticidas o ciertas formas de nitratos y/o iones amonio[6]) para los renacuajos.
[10] Según el periodista y administrador colonial escocés Sir George Scott (1851-1935), en los mitos sobre el origen del pueblo Va en China y Mianmar, el primer Wa se originó a partir de dos antepasadas femeninas, Ya Htawm y Ya Htai, que pasaron su fase inicial como renacuajos ("rairoh") en un lago en el país va conocido como Nawng Hkaeo.
[12] En la mitología celta, existe a menudo un tema de transformación que refleja la metamorfosis del renacuajo.
En tales relatos, los renacuajos podrían verse como la etapa temprana de un poder oculto o latente.
[12] Kawa-no-kami (Dios del Río) y el Renacuajo, en el Shinto, las deidades o espíritus naturales (kami) suelen estar conectados con el agua.
La evolución del renacuajo es vista como un acto sagrado de transformación y renovación.
Existen historias donde los renacuajos representan a los hijos o sirvientes de las deidades del río, convirtiéndose en ranas que luego regresan al río, simbolizando un regreso a la fuente de la vida.